Mapa parcial 06: entorno de la ciudad de Tarifa.
La ciudad de Tarifa, la más
meridional de la Península, dispone de las playas más extensas del Campo de
Gibraltar. Especialmente en su litoral occidental se suceden kilómetros de
amplios arenales que, con la interrupción de algunas sierras que se asoman
abruptamente al mar, perpendicularmente, llegan hasta la amplia ensenada de
Bolonia. Más allá continúan, después de Cabo Camarinal, por Atlanterra, Zahara,
Barbate y Conil hacia Cádiz.
La gran playa que nace en la
propia ciudad y llega, sin solución de continuidad, hasta la Peña -reconocible
por su atalaya islámica-, recibe la desembocadura de los arroyos Jara y de la
Vega. Su amplia vega conduce, por la carretera del Santuario de Ntra. Señora de
la Luz, a Puertollano, un acceso natural a la Baja Andalucía. Por tanto, ese
fue un lugar especialmente fortificado en profundidad.
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Paso del tubo de un cañón para una batería de costa
sobre el puente del río Jara. Tarifa.
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En el término de Tarifa se llegaron a instalar hasta seis campamentos de republicanos represaliados, que acogían en 1942 a más de 5.300 presos. En esta zona central y oriental de su territorio se emplazaron los de Guadalmesí, Rancho Reinal y Santuario de Nuestra Señora de La Luz, los números 11, 8 y 16, respectivamente. Sus duras condiciones de vida y el rigor del trabajo forzado acabaron con la vida de un número aún indeterminado de ellos.
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Estado actual del mismo puente del río Jara. Tarifa.
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Su labor no se limitó a la construcción de estos fortines. "Con
asesoramiento técnico alemán se construyen una serie de obras de
fortificaciones, baterías de costa, caminos militares, senderos, puestos de
vigilancia, obras de defensa, aeródromos, hospitales, pantallas de roca artificial, observatorios,
etc. El ambicioso proyecto comenzó a decaer, aun habiéndose realizado bastantes
actuaciones, cuando el ejército alemán comienza a perder la II Guerra Mundial".
(Algarbani Rodríguez, J. M., 2008. «Los búnkers del estrecho y los prisioneros republicanos». Almoraima, Vol. 36, p. 454).
Ampliación Grupo 06.01: Santa Catalina
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Santa Catalina desde la isla y su edificio historicista. |
Hasta que al comenzar el siglo XIX
se construyó el acceso terrestre a la isla de Tarifa, el islote de Santa
Catalina rozaba el mar. Después, dada su prominencia sobre el puerto de la
ciudad, quedó encargado de defenderlo con su aglomeración de fortificaciones de
hormigón armado.
También tuvo encomendado el control del camino de la isla y
del sector oriental de la Playa de los Lances. todo ello desde media docena de fortines de diferente factura, aunque la mayoría de excelente acabado, con recubrimiento de adoquines en sus cúpulas.
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